22 diciembre 2008

La bacteria que se convirtió en dinosaurio, de enano a gigante.

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El aumento de los niveles de oxígeno en el planeta en dos fases muy concretas del pasado está detrás del proceso evolutivo que convirtió a unas bacterias invisibles al ojo humano en unos seres vivos tan gigantescos como un dinosaurio, una secuoya o una ballena. La investigación desarrollada por un equipo de 13 científicos, dirigidos por Jonathan Payne, de la Universidad de Stanford (EE. UU.), apunta a que este aumento biológico se produjo en dos periodos diferentes de los 3.500 millones de años de vida en el planeta y que fueron fases relativamente cortas: menos del 20% de esa historia.
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Para realizar este trabajo, que da luz a uno de los misterios más asombrosos de la vida, los investigadores se centraron en analizar y comparar el tamaño máximo que había conseguido cada uno de los seres vivos, desde las bacterias procariotas (organismos unicelulares muy primitivos que han desarrollado membrana nuclear) a las eucariotas (más complejas, y por tanto posteriores), los metazoan y las plantas vasculares.

Todos estos organismos vivieron a partir de un momento determinado del periodo Arcaico (hace entre 4.000 y 2.500 millones de años) y aún existen en nuestros días. Estudiando los registros fósiles que han dejado, observaron que habían aumentado su tamaño hasta 16 veces en los últimos 3.500 millones de años, como publican esta semana en la revista 'Proceedings of National Academy of Science (PNAS)'. Pero lo más sorprendente es que ese aumento fue episódico: un salto de seis veces sus dimensiones ocurrió a mitad del Paleoproterozoico, hace 1.900 millones de años, y otra en el Ordovícico (hace entre 600 y 450 millones de años). Es decir, que más del 75% del aumento del tamaño de los seres vivos ocurrió en dos momentos no muy largos.

Observaron, además, que ambos momentos ocurrieron tras dos incrementos en la oxigenación del planeta. "La conexión entre estos dos episodios de aumento de tamaño y la mayor oxigenación ha hicimos de forma inmediata porque, desde hace décadas, estudiar las curvas de oxígeno atmosférico es un objetivo de gran interés para los científicos" El biólogo norteamericano destaca que lo realmente interesante fue descubrir que "cada uno de esos pasos es correlativo con un momento en el que la vida se hizo más compleja: primero surgió la célula eucariota y luego los organismos multicelulares". Volviendo la vista al pasado, hay que recordar que cuando surgieron las primeras bacterias no había oxígeno en la Tierra. Y que durante los primeros 1.500 millones de años de vida en la Tierra esos microorganismos eran sólo unicelulares, lo que les otorgaba un crecimiento de tamaño muy limitado. El aumento de sus dimensiones sólo fue posible con la llegada de organismos más complejos, hace 2.000 millones de años.


Pero antes, algo cambió: en el periodo Arcaico (hace más de 3.000 millones de años), hubo unas bacterias primitivas que 'inventaron' un metabolismo nuevo: les permitía usar la energía del sol y el dióxido de carbono para nutrirse, es decir, crearon la fotosíntesis que genera el oxígeno. Pronto, estas bacterias llenaron con el nuevo elemento los océanos y también la atmósfera, como aún ocurre hoy. De hecho, los mares son grandes captadores de dióxido de carbono atmosférico. Fue ese preciado y peligroso oxígeno libre el que hizo posible que la vida evolucionara: los organismos desarrollaron un núcleo que contenía su material genético.

Más adelante, las células eucariotas llegaron a la tierra y desarrollaron estructuras celulares más grandes. En 200 millones de años, los organismos invisibles pasaron a ser del tamaño de una moneda de 10 céntimos. Durante otros mil millones de años, la vida languideció como simples células bacterianas, hasta la transición del Precámbrico al Cámbrico, hace unos 540 millones de años cuando, de nuevo, el nivel de oxígeno atmosférico aumentó notablemente, hasta alcanzar el 10% de su concentración actual. Muchos científicos mantienen que ese segundo aumento era la llave fundamental para que la vida fuera multicelular. Una vez que ese nuevo nivel se alcanzó, los límites del tamaño a los que se constreñían los organismos unicelulares desaparecieron.

En poco tiempo evolutivo, es decir, en unos cientos de millones de años, se pasó de los organismos del tamaño de una moneda a otros gigantescos, como los cefalópodos del Ordovícico, con más de tres metros de largo. Más adelante vendrían los dinosaurios, aunque algunos animales anteriores ya habían sido más gigantescos. Michal Kowalewxski, otro de los autores de este trabajo, recuerda que antes de su estudio la referencia en esta materia era el gráfico que hizo J.T. Bonner, hace más de 40 años, sobre el tamaño de los organismos. "Una creencia común era que el tamaño había aumentado con la complejidad de los animales o que cambió lentamente a través del tiempo, pero no sabíamos cómo ese cambio se produjo en un grupo de organismos. ¿Aumentó rápidamente tras su aparición y luego disminuyó, o viceversa. Nuestro estudio trataba de responder a esta pregunta, cuando nos encontramos con un patrón en todos los casos"

10 comentarios:

Anónimo dijo...

La EVOLUCIÖN es solo un engaño demoniaco

Anónimo dijo...

Yo Creo que La Evolución es Dios, conociendose a Sí Mismo, Experimentando sus múltiples formas, conociendose desde la ignorancia de un átomo, hasta la complejidad de un Organismo Multicelular( que no dejan de Ser millones de átomos apelmazados), Hasta elevar la Conciencia y Poseer un Alma própia. Eso que tenemos nosotros a imágen y semejanza de nuestro Creador (El Libre Albedrío,por ej...), nos da la posibilidad de controlar nuestros instintos para explorar la Existencia desde perspectivas más Lógicas (me refiero a todo aquello que nos diferencia de los animales).
La Evolución es un Proceso Natural que Dios Usa para Formarse/nos y Perfeccionarse/nos en el Universo Físico/Material.
Pedir que los seres vivos complejos ya adaptados a su medio surjan sin la previa adaptación de sus ancestros UNICELULAREs.
...Sería igual que mandar a estudiar Ingeniería Aeronáutica a un topo Recien Nacido y con Problemas Congénitos.

Digo yo....

Anónimo dijo...

Ojo... Tengo Varias Razones Para creer que nosotros NO somos, PARA NADA, Algún tipo de mono super evolucionado. Primeramente: la cronología de nuestras supuestas ramas evolutivas son más ridículas que... no se.... Margy Tatcher diciendo que Inglaterra no entregaría su soberanía al gobierno de la UE.
O sea, sería muy parecido a Ver hoy en Día Babuinos Construyendo Casas de adobe. jaja, me daría un infarto presenciar tal cosa.

Anónimo dijo...

Esa teoría que nos han vendido no tiene ni pies ni cabeza, no hay ningún científico serio que se atreva a asegurar y a avalar esa teoría. Y cuantos más descubrimientos se hacen más claro está. Hay mucha información en internet acerca de descubrimientos arquológicos que son censurados y escondidos al público pues echarían por tierra en 24 horas todo lo que nos han "enseñado". Yo creo que si realmente alguien sabe la verdadera historia la quieren esconder por poderosas razones: o para negar la existencia de Dios o porque si supiéramos esa historia cambiaria por completo nuestra conciencia y nuestro espíritu.
Otras veces se descubren cosas que niegan afirmaciones anteriores y aunque no se llega a censurar tampoco se difunde masivamente, como la verdadera edad de la Esfinge de Gizah o que no hay pruebas escritas de que las pirámides de Egipto fueran sólo tumbas.

Anónimo dijo...

Disquisiciones ineluctables como consecuencia de no creer estrictamente en La Palabra.

Es duro luchar contra tanta "lógica": está por todos lados y en todos los instantes. Procuro mantenerme firme y creer solo en El.

sem

Anónimo dijo...

Pues yo sigo creyendo en Él y me parece maravillosa la evolución. Supongo que hay muchos aspectos por aclarar, y muchas sorpresas por descubrir. La historia es eso: una cinta con muchos huecos, pero bella, como reflejo de su Creador. No veo a Dios interviniendo día a día en su creación (aunque la sostenga). Su sabiduría infinita es más que suficiente para con un golpecito poner todo en funcionamiento, y por ello, ¡maravilloso!.
Negar la evolución es dar la espalda a la realidad, ponerse una venda y vivir en la ignorancia. Pero mi pregunta sigue sin contestarse: ¿Qué es para tí la Biblia?. Resuelto el problema, no hay incógnita.
El Demonio es poderoso, pero no tanto. No le demos una autoridad que no tiene, aunque desea.
La realidad es sencilla, simple, como el Criador de todas las cosas, de ahí la rebeldía del Mentiroso y todos los suyos.

Anónimo dijo...

Pero la evolución no es Dios, como no es la sombra el objeto, ni la huella es el pie; tan solo el rastro antiguo y largo del camino hacia el hombre, del barro haciéndose carne, de la carne haciéndose inteligencia y vasija, para recibir el alma, y después... al mismísimo Dios.

Anónimo dijo...

Jesús María:

Comprendo perfectamente que la evolución te parezca un hecho incuestionable pero: ¿qué tan incuestionable?

Mira, aquí te paso un link de una larguísima y muy interesante discusión.

http://forocristiano.iglesia.net/showthread.php?t=9729

Saludos.

sem

Anónimo dijo...

Te agradezco la dirección, aunque por lo que he visto son las discusiones de siembre. Yo no afirmo si la vida salió de aquí o alla, o si fue o no la mano de Dios la que modeló a Adán. Simplemente pienso que la evolución de las especies puede ser esa "mano", en la que un único acto preciso(divino), indetectable muy probablemente para la ciencia pero visible desde la fe, marcó la diferencia entre la vida y la no vida, el primate y el hombre. Por otra parte, todo relato es un extracto resumido de una sucesión de echos reales, y por tanto una aproximación. Nada más que eso. Nosotros somos los que pedimos más detalles, y si no nos gusta la historia, nos la inventamos o la complicamos...
Saludos!

Anónimo dijo...

Jesús María:

Es muy complejo y larguísimo: los que acá estamos simplemente buscamos La Verdad: es algo que queremos y deseamos: queremos saber todo acerca de nosotros; ¿sí?.

Creo que ninguno trata de imponerse sobre otro, sino de saber la verdad.

Acerca de la evolución y la aceptación de ella por un cristiano:

Hasta hace unos 3 o 4 años, me resultaba inimaginable oponerme a la evolución.

Me era imposible e inimaginable; hoy: me es imposible creer en ella (la evolución).

Saludios.