

La producción de Shell en Nigeria ha caído en cerca de 164.000 barriles al día, luego de que sus oleoductos sufrieran una serie de ataques de grupos militantes. La tensión diplomática por el programa de energía nuclear de Irán también ha renovado las preocupaciones sobre la confiabilidad de sus suministros. Además, se teme que puedan tener lugar ataques contra las instalaciones petroleras del norte de Irak.
Otro elemento importante es la debilidad del dólar estadounidense, que hace que materias primas como el petróleo sean más atractivas para los inversionistas de los mercados financieros internacionales, lo que incrementa su precio. Sin embargo, más allá de estos factores a corto plazo, no se debe olvidar que la industria petrolera mundial ha estado luchando por satisfacer la creciente demanda, en especial de las economías cada vez mayores de países en desarrollo como China e India.
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