18 julio 2008

Fuertes críticas a la cumbre religiosa de Madrid. Arremeten contra el rey saudita.

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La Conferencia Internacional del Diálogo organizada a instancias del Rey de Arabia Saudita en Madrid, porque en su país no se podría permitir un acto de estas características, debido a que Arabia Saudita es la cuna y quintaesencia pura del Islam no contaminado por los infieles.
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Lo que es bueno en España también debería serlo en la república petrolera de Arabia Saudita.

La Conferencia Internacional del Diálogo ha invitado al jeque Salam Ouda, considerado por el FBI y la Policía federal suiza como "íntimo colaborador y hombre de confianza de Osama ben Laden". Los eruditos del Islam de la Universidad egipcia Al-Azhar, han elogiado la realización de dicha conferencia interreligiosa en España, pero han omitido que en Arabia Saudita sería impensable e imposible realizarla. La Shari´a del país árabe impide la entrada de infieles, y prohíbe cualquier dialogo en la tierra santa del Islam con los kafrs (cafres, que en árabe significa infieles). Ahmad Kamal Abumajd, delegado responsable del Concejo Nacional de Derechos Humanos de Egipto dijo “La conferencia será celebrada con la participación de líderes de las grandes religiones del mundo, como fieles representantes de la paz y la justicia en el mundo. Esto es un paso histórico hacia el fortalecimiento de la cooperación entre el Islam y el Cristianismo” Mientras en el país organizador del encuentro, Arabia Saudita, pero realizado en España, como recuerdo de Al-Andalus, las autoridades árabes examinan las huellas de todos los peregrinos iraníes que viajan a la Meca para realizar la Peregrinación Mayor (hajj).

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Los árabes de Arabia Saudita no se fían de los iraníes, mientras que las autoridades españolas invitan a un terrorista, por petición del propio rey de Arabia Saudita, el jeque, Salam Ouda, que está considerado por el FBI y la Policía suiza como un íntimo colaborador y hombre de confianza de Osama ben Laden. Además, su nombre aparece en las famosas conversaciones que la Policía italiana grabó a El Egipcio, al que Fiscalía acusaba de ser el inductor del 11-M. El que sí ha venido a Madrid es Jamal Khashoggi, periodista que colaboró con terroristas islámicos y entrevistó a Ben Laden. Los izquierdistas, con su Caudillo Zapatero al frente y mando, presumen de que los islamistas son multiculturalistas, negando la evidencia de que los fieles devotos del Islam sólo quieren el multiculturalismo donde los más fervientes seguidores del Islam son minoría. Allí donde los islamistas son mayoría, no quieren ningún cafre –kafir- por muy dhimmi que sea. (Fuente: Periodista Digital)


La irritante presencia del rey de Arabia Saudí. El Rey de Arabia Saudí es un dictador. Lo escribe con todas las letras Luis María Anson en El Imparcial. Y añade: También lo es el de Kuwait y el de Bahrein y el de los Emiratos Árabes... La política real no admite eufemismos. El presidente de la República de Corea del Norte es un dictador como el de la República de Zimbabue".
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Hay Monarquías, como la sueca y la danesa, asentadas sobre la democracia pluralista, igual que lo están la República francesa o la austríaca. Lo que importa en las formas de Estado es el contenido, es el reconocimiento de que la soberanía nacional reside en el pueblo y que las leyes derivan de la voluntad general libremente expresada. La presencia en España del dictador de Arabia Saudí resulta irritante, como lo sería la del dictador de Cuba. Todo lo que ha ocurrido en España con el encuentro entre religiones organizado por el monarca saudí es una camelancia, una máscara de la que es necesario despojar a los carotas que tras ella pretenden camuflarse.
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En Arabia Saudí es imposible construir un templo cristiano. Un europeo, agnóstico o creyente, que se camuflara para visitar la Meca por curiosidad artística o histórica sería ajusticiado de forma fulminante si le descubrieran. El dictador de Arabia Saudí ha venido a España a hacernos comulgar con ruedas de molino. Tendrá mucho petróleo, nadará en la abundancia, pero es un tiranuelo que se enseñorea sobre una nación de la que ha extirpado hasta la más mínima manifestación de la libertad. Los españoles que defienden la democracia no quieren que permanezca aquí un dictador como el saudí que nos obsequia con su desfachatez y su cinismo. Ya está bien de contemplaciones. La realidad política, social y religiosa de Arabia Saudí, el trato que reciben allí las mujeres, haría enrojecer de vergüenza a cualquier dirigente responsable. En farsas como ésta no se puede andar con tapujos ni veladuras.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo con la prensa libre española, esa reunión es una reunión de dictadores, de paises sin democracia donde los cristianos son masacrados, perseguidos y acosados por Islamistas y ahora pretenden dar lecciones de "alianza de civilizaciones", cuando lo normal es que civilizaran sus paises.

Slds. eguz