Que diferente es cuando tienes poder, cuando tienes armas de verdad.

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Este es un ejemplo de la aseveración. Basta que Rusia levante el tono, para que Europa transpire. Irán no es tan poderoso y se puede aplicar sanciones, pero en el caso ruso es otra historia. En el muro ruso se derrumbó Napoleón (El primer Anticristo de Nostradamus) A quien le susurraron que atacara Moscu, a Hitler le ocurrió lo mismo y también oyó el canto de sirena que precipitó su fin, ahora es el rey Reb (Bush es solo la cara) Quien despertó al Oso.

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Este era el logo de Yukos, la empresa que pretendió asumir el control del petróleo ruso. Putin le asestó un golpe directo y encarceló a Mijaíl Jodorkovski, el hombre que la creo asesorado por George Soros, de quien también hay rastros en Georgia. Da para pensar en el verdadero motivo de la purga, el petróleo por cierto, y también un golpe contra la logia que estaba apoderándose de las riquezas de Rusia. Ahora en cambio Rusia es el segundo productor del mundo y puede hablar y actuar con la fuerza que desee. (ABC.ES)

El debate en Europa sobre si conviene o no adoptar sanciones contra Rusia ha hecho que Moscú ponga sobre el tapete la posibilidad de emplear el arma energética como respuesta. El Gobierno ruso negaba ayer que existan tales planes, pero la noticia sobre un eventual corte del suministro de crudo a la UE, si el lunes se decide en Bruselas la aplicación de sanciones, ya había dado la vuelta al mundo. Fuentes de la petrolera rusa Lukoil afirmaron el jueves al rotativo británico «Daily Telegraph» haber recibido instrucciones del Gobierno ruso de prepararse para interrumpir, a partir del lunes, el fluido de petróleo a través del oleoducto «Druzhba» (Amistad), dependiendo de lo que pase el lunes en Bruselas. En mitad de la guerra de nervios, el ministro de Energía, Serguéi Shmatkó, comparecía para decir que «estamos haciendo todo lo que podemos para que el «Druzhba» siga funcionando de forma estable y pueda surtir a los consumidores europeos el crudo suficiente». Estas palabras sembraron aún más confusión, ya que parecen dar a entender que hay determinados problemas, cuya naturaleza no se especificó. Conviene recordar que cuando Rusia suspendió el abastecimiento de petróleo a Lituania en 2006 dijo que fue debido a una avería en el oleoducto.

Al final, después de que circulara la noticia de que Europa no se propone sancionar a Rusia, apareció el viceprimer ministro, Igor Sechin, para «garantizar» que no hay previsto ningún corte del suministro de petróleo y que lo publicado por el «Daily Telegraph» es una «provocación». Rusia provee el 26 por ciento del petróleo que se consume en la UE y el 29 por ciento del gas. Mirando a la cumbre europea del lunes, el portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, Andréi Nesterenko, advirtió que «el deslizamiento de la OTAN hacia la confrontación con Rusia y sus intentos de ejercer presión son inadmisibles y pueden acarrear consecuencias irreversibles para la estabilidad en el continente». El Gobierno georgiano, de acuerdo con la petición formulada el jueves por el Parlamento del país, rompió ayer definitivamente relaciones diplomáticas con Rusia. Tiflis, no obstante, dejará funcionando en Moscú un servicio consular. El martes, el presidente ruso, Dmitri Medvédev, reconoció la independencia de Osetia del Sur y Abjasia, territorios que formalmente pertenecen a Georgia.

El susto debe haber sido mayor. Bruselas da marcha atrás y evita hablar de sanciones. La UE ha ido subiendo gradualmente el tono con Moscú a lo largo de esta semana hasta el punto de que sus mensajes empezaban a ser interpretados como verdaderos desafíos a los que el Kremlin no está acostumbrado, y menos si proceden de una UE siempre cauta y celosa de preservar sus intereses económicos y geoestratégicos en Rusia. (ABC.ES)

Sin embargo, el temor a causar daños irreversibles en sus relaciones bilaterales ha obligado a la UE a retirar la palabra «sanción» del léxico de la cumbre extraordinaria que se celebrará el lunes en Bruselas. Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE mantendrán en la capital europea un encuentro de carácter urgente convocado por el presidente de turno de la UE, Nicolas Sarkozy, del que saldrá un doble mensaje dirigido a los protagonistas del conflicto que este verano ha sacado a relucir las fricciones de Rusia con Occidente. Por un lado reiterarán su apoyo a Georgia, el respeto a su integridad territorial y acordarán el envío de ayuda humanitaria al tiempo que estudiarán la movilización de instrumentos financieros europeos para contribuir a la reconstrucción del país. Pero sin duda el plato fuerte de la reunión será el mensaje que los socios europeos acuerden enviar a Moscú, que podría marcar un punto de inflexión en la historia de sus relaciones bilaterales, por más que la diplomacia europea haya dado marcha atrás y a última hora insista en que ningún país de la UE se haya mostrado partidario del uso de «sanciones» contra Moscú.

La UE, más sutil que la OTAN Aunque los Veintisiete hayan descartado el uso de este peligroso término, tal y como han reconocido Alemania, España, Grecia, Bulgaria e incluso Polonia -el menos dócil de la familia europea-, lo cierto es que, según fuentes de la presidencia francesa, «la relación de interdependencia que une a la UE y a Rusia implica una cooperación y una actitud» a los que Moscú no está respondiendo, por lo que «las relaciones no pueden seguir adelante como hasta ahora». Como estaba previsto, la UE seguirá una vía más sutil que la de la OTAN para escarmentar la incursión militar de las fuerzas rusas en Osetia del Sur el pasado 6 de agosto y el posterior reconocimiento de la independencia de esta región separatista y de Abjasia. De la reunión se espera que salga también un acuerdo para el envío de observadores europeos a Georgia y el refuerzo de las relaciones con Ucrania.

Y después de los parabienes de la Unión Europea, se produce el "milagro". El ministro de Energía ruso, Sergei Shmatko, y una importante compañía petrolera negaron hoy que vayan a interrumpir el suministro de crudo a Europa, ante la amenaza de sanciones, una medida que Moscú ni siquiera adoptó en el punto más álgido de la Guerra Fría. (La Gaceta.es)

Mientras Europa prepara su respuesta a la invasión rusa de la vecina Georgia, Moscú está haciendo todo lo posible para garantizar la estabilidad del abastecimiento de petróleo a través de un oleoducto clave que se extiende hacia el continente, el Druzhba (Amistad). "Estamos haciendo todo lo que podemos para que Druzhba siga funcionando en forma estable y para abastecer a los consumidores europeos el crudo suficiente", aseguró Shmatko ante los periodistas en Dusambé. diario británico 'Daily Telegraph' informó en su edición de hoy de que el Gobierno ruso había ordenado a por lo menos una de sus compañías petroleras que se preparara para interrumpir los envíos a Europa si se imponían sanciones. O sea que tendrán oleo si se portan bien.

Los mercados energéticos han estado inquietos ante la disputa entre Europa y Rusia, el segundo mayor exportador mundial de petróleo, en torno a Georgia, una zona clave para el tránsito de crudo y gas. Los precios del petróleo subieron hoy hasta más de 3 dólares, para operar por encima de los 118 dólares el barril. Shmatko sostuvo que la confiabilidad del abastecimiento ruso no debería ser cuestionada. "Hemos trabajado durante muchos años no sólo para ganar una buena imagen, sino un estatus de proveedor fiable de energía para Europa y nunca dejaríamos que eso se deteriore, ni siquiera en esta situación política", dijo Shmatko. El 'Daily Telegraph' precisó que "comenzaron a circular informaciones" sobre una posible interrupción de los envíos a través del oleoducto Druzhba que abastece a Polonia y a Alemania, y que se creía que los ejecutivos de la segunda firma exportadora del país, LUKOIL, ya habían sido informados.