11 - 2. Talibanes imitan atentado de Bombay y la muerte sigue siendo cábala

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Otro atentado cabalístico ha sucedido hoy en en Kabul, un 11 - 2 que se produce en el año 2009, u once. Creemos que ya es más que suficiente para darse cuenta que una mano va detrás de tanta muerte. Y es solo el comienzo para Afganistán pues a Obama se le ha metido en la mente que puede vencer donde Alejandro el Magno y todos los imperios han fracasado. El matadero afgano seguirá cobrando vidas y nunca se saciará. Cábala y muerte, que es lo que viene, primero para los países que se involucrarán en la próxima guerra, que será llamada "La Guerra de Ezequiel", y luego para todos los humanos, cuando comiencen las teibulaciones.

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Los talibanes imitan el atentado de Bombay matando a veinte personas en un triple ataque en Kabul (ABC).

La insurgencia afgana recibe al enviado de Estados Unidos para Pakistán y Afganistán, Richard Holbrooke, con un triple atentado que dejó veinte muertos y más de cincuenta heridos en Kabul. Ni la capital se puede considerar zona segura en un país que cada día parece más fuera de control y en el que los terroristas demuestran una vez más tener capacidad para burlar los controles de acceso al lugar supuestamente más fortificado. Siguiendo el modelo empleado por los yihadistas en la ciudad india de Bombay el pasado mes de diciembre, ocho activistas armados con fusiles de asalto, granadas y cinturones de explosivos accedieron durante la mañana a tres edificios públicos y consumaron un ataque sin precedentes en suelo afgano. Los ministerios de Justicia, Educación y una oficina del departamento de prisiones en el distrito de Jair Jana fueron los blancos atacados durante la mañana, lo que provocó un autentico caos en pleno centro de la ciudad. "El enemigo aún tiene la habilidad de transportar armas y explosivos a la ciudad de Kabul, lo cual es una gran causa de preocupación", declaró en rueda de prensa el ministro de Interior, Mohamad Hanif Atmar. La complicada situación de seguridad obligó a los dirigentes locales a retrasar los comicios presidenciales hasta el mes de agosto, fecha en la que esperan contar con una mayor presencia de hombres de las fuerza internacional para intentar mejorar la situación.

Las agencias locales aseguran que cinco terroristas se encargaron del ministerio de Justicia, uno de ellos se inmoló en el acceso y los otros cuatro se atrincheraron en su interior, pero fueron reducidos por las fuerzas de seguridad. Otros dos detonaron las cargas explosivas que llevaban pegadas en el departamento de prisiones, y el octavo activista fue abatido en las inmediaciones de la sede de Educación. Aunque un testigo, según la agencia EFE, asegura que este último activista se inmoló al verse rodeado. Como ocurre en este tipo de acciones, un portavoz talibán que se identificó como Dhabihullah Mujahid, llamó al canal Al Jazeera para reivindicar la acción. Según diferentes analistas locales, tanto el ministerio de Justicia, como el departamento de prisiones eran dos objetivos anunciados debido a las múltiples denuncias de malos tratos por parte de los presos del movimiento talibán.

Desde la caída del régimen talibán ha aumentado el número de ataques y progresivamente van perfeccionando su técnica para ser cada vez más mortíferos. Además, como ya ocurriera con el lujoso hotel Serena, las embajadas de India y Alemania, la insurgencia muestra a todo el mundo su capacidad de actuar en el corazón administrativo del país.

Mientras los ataques y operaciones diarias en las provincias del sur contra fuerzas extranjeras pasan desapercibidas por la falta de medios de información en la zona, un ataque en Kabul tiene repercusión inmediata y golpea seriamente a la imagen de la misión internacional, incapaz de frenar la escalada de violencia. La misión OTAN se alarga y es cada vez más complicada, aunque ayer desde Moscú aseguraron que su Gobierno podría ofrecer la ayuda de la aviación del Ejército para colaborar en el envío de suministros a las tropas internacionales desplegadas en Afganistán, un apoyo imprescindible debido a los múltiples ataques que los convoyes reciben en su ruta desde el vecino Pakistán.

Y LOS TALIBANES ESTÁN GANANDO

"Los afganos quieren seguridad y no confían en el gobierno", explicó Nir Rosen, uno de los pocos reporteros que ha podido infiltrarse al área controlada por el talibán e investigar la situación de la guerra desde adentro. En BBC Mundo, el periodista respondió a nuestros lectores. Nir Rosen afirmó que "los talibanes están ganando la guerra porque nadie los está deteniendo". Las autoridades de Afganistán no han sido capaces de controlar el país más allá de Kabul, la capital, y según informes, la corrupción e inseguridad han ido en escalada. (BBC)

EE.UU. no puede derrotar al talibán y tampoco considera que eso es lo que deberían de hacer. Cree que el movimiento es ahora más fuerte que nunca y que la única forma de llegar a una solución, es a través de la negociación, más que usando las armas. "Ahora los talibanes están más dispuestos a negociar que en el pasado, el problema es que se sienten con tanta confianza que no tienen muchas razones para hacerlo. Están cubriendo cada vez más y más territorio en todo el país y nadie puede detenerlos. Lograron verdaderamente acabar con la presencia del gobierno en las áreas rurales.

El comercio de drogas en Afganistán, representa cerca del 60% de la economía. Desde la caída del talibán en 2001, la venta se ha incrementado, llegando a proporcionar 93% del suministro mundial de opio, el ingrediente crudo de la heroína. Gobiernos y organismos internacionales han señalado que el narcotráfico ha ayudado a reforzar la insurgencia talibán y estiman que el movimiento podría estar recibiendo hasta US$100 millones de dólares anuales de esta fuente.

Sin embargo, el talibán no se financia solamente del comercio de drogas, pues entre sus fuentes está el dinero que entra de organizaciones humanitarias y que de alguna manera llega a manos de grupos militares, el apoyo de gran parte del pueblo afgano y las armas que han llegado del extranjero. Respondiendo a la pregunta que nos hizo llegar Nesor Coronado Teves, de Lima, Perú, Rosen dijo que "los afganos nunca han tenido problemas para conseguir armas. En los últimos 30 años, Afganistán ha recibido armas de los estadounidenses, soviéticos y pakistaníes. "Afganistán es un país muy corrupto, hay mucha extorsión, sobornos y robos en las carreteras. La gente quiere seguridad y cuida a los talibanes, les dan techo y comida". Sin embargo, lo que más le sorprendió cuando estuvo en Afganistán es que "los talibanes se ven muy seguros de ellos mismos, con mucha confianza todo el tiempo, como si el ejército estadounidense no estuviera en su país".

El periodista considera que el movimiento talibán se ha transformado. "Ahora hay varios movimientos y organizaciones con ideologías diferentes y sin una jerarquía clara. "Los afganos se unen al talibán por distintas razones. Por ejemplo, después de que el ejército estadounidense matara a un hombre que pretendía pasar por uno de los puntos de revisión en bicicleta, un pueblo entero se unió al movimiento". Pero últimamente, "muchos jóvenes han decidido formar parte del talibán porque están en contra de la ocupación de EE.UU". "A los afganos no les gusta que extranjeros ocupen su país, no les gusta que los estadounidenses bombardeen sus pueblos, así que si tienen una ideología común es la de la resistencia"

Muchas de las carreteras que conectan a Kabul con las zonas aledañas son letales para quienes no sean afganos. "Estuve en Afganistán en 2004 e iba de un lado al otro por todo el país, incluso a la frontera con Pakistán. Hacer eso ahora, sería un suicidio".

Los extranjeros tiene que irse", ésa es una de las principales motivaciones del talibán. "Claro que hay algunos que creen en la Jihad Islámica, pero son la minoría. El talibán es un movimiento nacionalista y así es como debe ser visto". "Además creen que un sistema islámico les puede proveer la ley y el orden que ellos persiguen. Al menos el talibán ofrece ley imparcial". Una de las prioridades del nuevo presidente de EE.UU. es su lucha contra el terrorismo es Afganistán. Sin embargo, el talibán no tiene una agenda internacional, sino objetivos muy prácticos. En Afganistán pocos saben de la elección de Obama. "No creo que siquiera les importe. Es una preocupación muy occidental. En este momento los afganos tienen que lidiar con condiciones básicas de sobrevivencia. "Los afganos quieren seguridad, acceso a agua y electricidad y cumplir sus necesidades básicas, esas son sus prioridades más que ser una amenaza internacional". Muchas gracias a todos nuestros lectores que hicieron llegar sus preguntas, haciendo esta entrevista posible.