En intensos combates marines y talibanes matan y mueren en el matadero afgano.

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El ejército estadounidense libraba este viernes encarnizados combates con los talibanes en el sur de Afganistán, donde la víspera lanzó una vasta operación contra la insurgencia islamista. Los soldados estadounidenses están "enzarzados en un durísimo combate en el sur del sector", informó a sus hombres el general Larry Nicholson (comandante de la operación militar) en el distrito de Garmser de la provincia de Helmand, bastión de los talibanes. Estos militares "tendrán que hacer frente a duros desafíos", añadió el general en un convoy en el que iba un periodista de la AFP.

El general Nicholson confirmó que un soldado estadounidense murió el jueves por disparos de los rebeldes. Es el primer muerto en la operación. Los Marines que luchaban contra los rebeldes se encontraban el viernes en la zona de Toshtay, a 25 km al sur de la ciudad de Garmser, capital del distrito que lleva el mismo nombre, según su comandante. La víspera destruyeron una base enemiga en las inmediaciones, agregó la fuente. Los talibanes afirmaron, por boca de uno de sus portavoces, Yusuf Ahmadi, que aún no habían entrado realmente en combate contra los Marines, lo que contradice el anuncio del comandante de las fuerzas estadounidenses. Ahmadi agregó no obstante que los talibanes estaban preparando una guerrilla que precipitaría el fracaso de los estadounidenses, sobre todo en Nawa y Garmser. El general Muhayadin Ghori, comandante del ejército afgano en el sur, declaró a la AFP que sus tropas se encontraron con muchas minas y las estaban haciendo explotar "con éxito" gracias a la ayuda de civiles locales.

La operación estadounidense, la mayor en Afganistán desde la llegada al poder del presidente Barack Obama, tiene por objetivo imponer la seguridad en esta región inestable con vistas a las elecciones presidenciales y provinciales del 20 de agosto. Por otro lado los episodios de violencia, que en los últimos meses alcanzaron niveles inéditos desde la caída de los talibanes a finales de 2001, continuaban el viernes. En la sureña provincia de Paktia, una bomba activada a distancia estalló al paso de un vehículo que transportaba obreros matando a cinco de ellos, según un portavoz provincial. En la provincia de Herat (oeste), un kamikaze se hizo estallar cerca de un convoy de soldados italianos de la fuerza de la OTAN (ISAF), hiriendo a dos, comunicó la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad. Hubo otro atentado suicida en la localidad norteña de Mazar i Sharif, sin causar víctimas, según el ministerio del Interior afgano. Y en Farah (sudoeste) murieron un policía y tres talibanes en un ataque rebelde, según fuentes policiales.

Tropas británicas expanden importante operación afgana. Cientos de tropas británicas tomaron control de cruces de canales claves en un bastión talibán en el sur de Afganistán, dijeron el viernes oficiales del Ejército, parte de una nueva operación liderada por Estados Unidos para quitarle la ventaja a insurgentes. El avance británico, una de las más grandes que sus tropas han realizado en el centro talibán y provincia clave en la producción de opio de Helmand, es parte de una ofensiva más amplia lanzada el jueves por miles de marines estadounidense. (Reuters)

Los marines enfrentaron poca resistencia en el primer día de su Operación Khanjar, o Ataque de la Espada, la primera gran prueba a la nueva estrategia regional del presidente estadounidense Barack Obama para derrotar a los talibanes y a sus aliados y estabilizar a Afganistán. Su objetivo es tomar control virtualmente de toda la parte baja del valle del río Helmand, la región productora de opio más grande del mundo, y mantener el terreno que capturen, algo que las tropas de la OTAN lideradas por Gran Bretaña hasta ahora no han sido capaces de hacer. La violencia en la insurgencia liderada por los talibanes está en su nivel más alto desde que los talibanes fueron derrocados en el 2001 y la ofensiva, en el corto plazo al menos, busca brindar un ambiente seguro para unas elecciones presidenciales del 20 de agosto. A más largo plazo, las tropas de Estados Unidos y la OTAN quieren involucrar a poblaciones locales como parte de una nueva estrategia contra-insurgencia bajo el mando del general Stanley McChrystal, designado como el nuevo comandante de las tropas extranjeras en Afganistán luego de que tácticas convencionales previas fracasaran.

Con nuevas tácticas para ganar la confianza de la población afgana y nuevos comandantes asignados, el Ejército estadounidense espera que la operación marque el momento decisivo de una guerra que algunos en Washington han admitido que no están ganando. Cientos de soldados británicos han tomado control de 13 cruces de canales desde que comenzó la Operación Panchai Palang, o Garra de Pantera, hace 10 días con un asalto aéreo en el norte de la capital provincial Lashkar Gah. Es parte de la operación global liderada por los marines. El viernes, otros 800 soldados británicos comenzaron a avanzar hacia el norte en dirección a Gereshk, la principal ciudad industrial de Helmand. "Tomar control de los cruces ahora permitirá a las tropas británicas evitar movimientos de los insurgentes entre las dos ciudades más grandes de Helmand, Gereshk y Lashkar Gah, y en última instancia mejorará la seguridad y la libertad de movimiento para la gente local", dijo el Ejército británico en un comunicado.

Fuerte resistencia talibán a la última ofensiva estadounidense. Los talibanes siguen oponiendo resistencia a pesar de la fuerte ofensiva que las tropas estadounidenses y afganas han lanzado contra la provincia de Helmad, al sur de Afganistán.

En esta ofensiva, llamada 'Operación Khanjar' (Golpe de Espada), se han registrado “intensos combates” en varias zonas del valle del río Helmand, que atraviesa la provincia, y en especial en los alrededores de Khanishin, capital del distrito de Reg, fronterizo con Pakistán. Además de las víctimas, la ofensiva ha dejado a varios soldados y a un civil heridos. La ofensiva se inició ayer con cerca de 4.000 marines estadounidenses y 650 miembros de las fuerzas de seguridad afganas con el objetivo de arrebatar a los integristas sus baluartes en Reg, Garmsir y Nawa, en el centro y el sur de Helmand, y garantizar así la seguridad de cara a los comicios presidenciales del 20 de agosto. Un portavoz de los talibanes, Mohamad Yusuf Ahmadi, se ha mostrado escéptico sobre el número de tropas que supuestamente participan en la ofensiva y ha recordado que "operaciones como ésta han tenido lugar en el pasado y no cosecharon ningún éxito, excepto víctimas civiles y destrucción".

Según Ahmadi, estas ofensivas dan resultados de forma "temporal en algunas áreas", pero con el tiempo las tropas acaban retirándose. "Los talibanes muestran fuerte resistencia. Estamos resistiendo y adoptaremos toda clase de tácticas", ha agregado el portavoz talibán. El general de brigada estadounidense Larry Nicholson insistió ayer jueves en que esta ofensiva es mucho más enérgica y aseguró que lastropas conquistarán los bastiones talibanes y permanecerán allí hasta poder transferir el control a las fuerzas afganas. De forma simultánea, unos 500 soldados, la mayoría británicos,desarrollan otra operación también en el valle del río Helmand, pero más al norte. La provincia de Helmand, además de ser una de las plazas fuertes de la insurgencia, concentra dos tercios de la producción afgana de opio, una fuente de financiación vital para los talibanes. Los marines y las fuerzas afganas continúan patrullando y han empezado a enfrentarse a destacados líderes (talibanes) en los distritos" de Nawa y Garmsir.