El Chad eleva a 63 el número de víctimas por el operativo contra un clérigo islamista
Las autoridades del Chad han cifrado en al menos 63 los radicales islámicos murieron a consecuencia de una operación emprendida por las fuerzas de seguridad en el fin de semana pasado contra un líder espiritual musulmán que había amenazado con emprender una guerra santa en el país africano. Así lo ha confirmado el ministro de Seguridad de Chad, Mahamat Bachir.
El Gobierno confirmó ayer que el pasado domingo murieron 14 personas en enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y cientos de seguidores del 'marabout' -el hombre sagrado- en la aldea de Kouno, a 300 kilómetros al sureste de Yamena. El 'marabout' fue detenido, según informó ayer Mahamat Bachir en un comunicado. "Este 'marabout' se ha proclamado a sí mismo como el enviado de Dios y había armado a sus seguidores con espadas, arcos y flechas y otras armas para hacer la 'yihad' (guerra santa) desde Kouno", explicó. Bachir dio una cifra actualizada de las víctimas resultantes de la operación militar, aumentando hasta 63 el número de seguidores de este radical islamista muertos a manos de las fuerzas chadianas.
El ejército mongol retoma el control de la capital tras serios disturbios.
El ejército patrullaba este miércoles el centro de Ulán Bator, la capital de Mongolia, donde la calma parecía reinstaurarse al día siguiente de que cinco personas murieran en violentas manifestaciones desatadas tras las polémicas elecciones legislativas del domingo. Además de los cinco fallecidos, 329 personas resultaron heridas (221 civiles y 108 policías) durante los disturbios, anunció el ministro de Justicia, Tsend Munkh-Orgil. El presidente mongol, Nambariin Enkhbayar, decretó el martes por la noche el estado de emergencia por cuatro días. Miles de electores, furiosos ante la proclamación de la victoria por parte de los antiguos comunistas antes de la publicación de los resultados oficiales -que todavía se hacen esperar-, se enfrentaron el martes con la policía antidisturbios.
El poder en Mongolia, un inmenso país de menos de tres millones de habitantes, se disputa entre antiguos comunistas y demócratas desde el regreso a la democracia en 1992, que puso fin a 70 años bajo la órbita soviética. De las últimas legislativas de 2004, ambos partidos salieron prácticamente empatados, dando origen a una coalición gubernamental marcada por la fricción. En cuatro años, las reformas fueron paralizadas y el país tuvo tres primeros ministros. Por supuesto que la verdadera differencia entre los mongoles es entre los ex comunistas y los nuevos musulmanes.
Afganistán supera a Irak en número de soldados muertos. Según cifras oficiales, junio ha sido el mes más mortífero para las tropas extranjeras en este país desde la caída de los Talibán en 2001
Por segundo mes consecutivo, las muertes de soldados extranjeros en Afganistán han superado a las registradas en Irak, según cifras recopiladas por la cadena estadounidense CNN. En junio, 46 soldados extranjeros murieron en Afganistán frente a los 31 que fallecieron en Irak, convirtiéndose en el mes más mortífero para las tropas estadounidenses y sus aliados desde que comenzó el conflicto afgano en 2001. Estos se suman a los 23 efectivos que perdieron la vida en Afganistán y los 21 en Irak en el mes de mayo. La semana pasada, el Pentágono difundió un informe acerca de Afganistán en el que reconoce que muchas áreas del país son consideradas "frágiles" y que los militantes Talibán se han reagrupado en una "insurgencia resistente", tras ser derrocados durante la guerra encabezada en 2001 por Estados Unidos.
Según las cifras recopiladas por CNN, 28 soldados estadounidenses, 13 británicos, dos canadienses, un polaco, un rumano y un húngaro murieron en Afganistán el mes pasado. Mientras la violencia de apodera de Afganistán, en Irak las cosas parecen más tranquilas tras las operaciones militares desarrolladas por el Ejército iraquí, el aumento de los Consejos locales, que se oponen a Al Qaeda en Irak, así como los esfuerzos políticos para alcanzar compromisos, pero principalmente por el cese de las hostilidades de parte de las milicias del clérigo chií Múqtada Al Sáder. De acuerdo a Naciones Unidas, la creciente violencia en Afganistán se debe a los ataques más constantes de los Talibán, y el cambio de estrategia de los insurgentes, que se han abocado a colocar bombas en los caminos y atacar puestos de control policial. Las muertes de civiles también han aumentado. Según John Colmes, el sub secretario general para asuntos humanitarios de la ONU, en los primeros seis meses de 2008 han muerto 698 civiles en Afganistán, frente a los 430 que perdieron la vida en el mismo periodo de 2007.
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