07 diciembre 2008

Las guerras que Barack Hussein Obama va a enfrentar desde el 20 de Enero.

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Barack Obama no toma posesión hasta el próximo 20 de enero, pero parece como si sus primeros cien días en la Casa Blanca hubieran comenzado ya a contar desde el mes pasado -por lo menos en el frente militar-, al haber ratificado a Robert Gates al frente del Departamento de Defensa. El republicano, beneficiado de una deferencia sin precedentes en los sesenta años desde la creación de su puesto ministerial, ha indicado que está de acuerdo con la «retirada responsable» que el presidente electo ha prometido para todas las unidades de combate del Pentágono en Irak, pero sin llegar a sumarse al plazo de 16 meses apuntado por su inminente jefe.
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Y es que altos mandos militares de Estados Unidos llevan tiempo advirtiendo sobre la «imposibilidad física» de retirar todo su material y efectivos desplegados en Irak durante el calendario defendido por Obama. Sin entrar en la fragilidad de los avances en materia de seguridad logrados gracias a los refuerzos enviados por la Administración Bush, el Pentágono teme la «madre de todos los atascos» a la hora de sacar unos 146.000 soldados por el cuello de botella que representa la salida hacia Kuwait.

Aunque sería posible cumplir con ese plazo dejando atrás toneladas y toneladas de material bélico, todas estas consideraciones han producido un cierto esfuerzo de «modulación» por parte de Obama. Con un renovado énfasis en escuchar el consejo de los comandantes estadounidenses sobre el terreno. Pero parece que la reducción de tropas ya habría empezado con el reciente anuncio de que una brigada de la División 101 Aerotransportada saldrá de Irak dos meses antes de lo previsto. Lo que dejará un total de 14 brigadas de combate, en comparación con las 20 que llegaron a acumularse en el año 2007.

En contra de los planes de Obama destaca la cuestionada capacidad de las fuerzas de seguridad locales para mantener el actual «status quo» a la vista de las limitadas mejoras logradas para actuar de forma independiente y efectiva. Por eso, al presentar en Chicago a su nuevo equipo de seguridad nacional, el propio Obama reconocía la necesidad de «una fuerza residual para facilitar entrenamiento, respaldo logístico y proteger a nuestros civiles en Irak». Con estimaciones que oscilan entre 30.000 y 50.000 efectivos más allá de 2011.

Por supuesto, la otra cara de esta costosa moneda es Afganistán. A pesar de la tregua invernal, este año ha sido con diferencia el peor en el país invadido por Estados Unidos inmediatamente después del 11-S, con más violencia incluso que en Irak entre agosto y octubre.

En este sentido, Obama llega a la Casa Blanca con el compromiso de hacer un mayor esfuerzo. Pero como ha advertido el próximo consejero de Seguridad Nacional, el general James Jones, el despliegue de más tropas en misiones de contrainsurgencia solamente tendrá éxito si se logran materializar otros cambios fundamentales. Ante la promesa electoral de Obama a favor de enviar a Afganistán por lo menos 10.000 soldados aprovechando la retirada de Irak, el general Jones ha dejado claro que simplemente con más tropas «sólo se estaría prolongando el mismo problema». Insistiendo en una mayor cooperación internacional para superar el tribalismo afgano, la falta de infraestructura y erradicar el multimillonario comercio de heroína. Y por supuesto, el endemoniado problema que supone el santuario forjado por los talibanes y Al Qaida en Pakistán.

El Pentágono ya planea el despliegue de 20.000 militares adicionales. Al enviar el equivalente a cuatro brigadas de combate en el plazo de un año y medio, Estados Unidos contará con una fuerza de 58.000 soldados en Afganistán. Además de los 30.000 militares adicionales que operan bajo el mando de la OTAN. En comparación, los recursos afganos se limitan a una fuerza militar con 70.000 efectivos y una fuerza policial de 80.000 agentes, archiconocidos por su corrupción e inutilidad. Hay planes para duplicar los recursos castrenses afganos en el plazo de cinco años, pero a un coste estimado en 17.000 millones de dólares para Estados Unidos y sus aliados.

1 comentario:

Anónimo dijo...

en el blog de hal turner, dice que ha escuchado rumores de que en la toma de posesión de obama, habrá un atentado, posiblemente con armas biológias o químicas.Globos conteniendo estas substancias, y estallados con algún fuego pirotécnico, quizá el mismo llene los globos...digo no?